viernes, 20 de noviembre de 2015
viernes, 13 de marzo de 2015
Poetry Slam
Mi primer contacto con la poesía ocurrió hace dos años al ver un vídeo de
youtube.
Me encantó.
En ese momento supe que la poesía recitada sería mi forma de arte favorita.
Arquitectos de palabras, alquimistas
– conversores de tristeza en arte.
Me parecía algo imposible de conseguir. ¿Yo? ¿Escribir?
Empecé en silencio, como cuando los niños leen debajo de las sábanas con una linterna.
Empecé en silencio, como cuando los niños leen debajo de las sábanas con una linterna.
Era mi pequeño secreto.
Sí, amigos. Llevo a una cursi dentro de mí. A una princesa Disney… ¿Qué le
vamos a hacer? Tendréis que quererme así.
Me sorprendió que al empezar a escribir, muchas cosas cambiaron. De alguna
manera me descubría a mí misma “pensando en bonito” y cualquier cosa para mí se
convertía en una experiencia de belleza.
Una montaña siempre es mágica si la decoras con versos. Y es que si insistes en
la belleza, la encuentras hasta en las piedras.
El jueves 5 de Marzo me atreví a
participar en mi primer Poetry Slam. ¡Los nervios de punta!
La oleada de emociones fue tan grande que aún no lo he digerido.
No sé si me encantó hacer público un mensaje que llevaba años escondido.
Una liberación, quizá. Me encantó ver tanto talento en un sitio. Me encantó que
vinieran personas a decirme que mi mensaje les había llegado. Supongo que todo
el mal rato de subir al escenario valió la pena.
O si, por el contrario, exponer mi poema me hizo sentir tan vulnerable y
expuesta que tuve un poco de ganas de meterme en una cueva un rato. Y bueno,
como cuando estoy nerviosa, me comporto de una manera extraña, dije cosas muy
raras a todos los que iba conociendo.
-“Hola! Sabes que me encantas?”
- (Cara de póker)…
Así todo.
Creo que volveré.
Se me ha abierto un camino totalmente nuevo y desconocido que explorar. Mi
alma aventurera no puede resistirse a tanta tentación.
Una tarta casera de queso… ¿Quién no tendría ganas de
pegarle un bocado?:D
Cheers!
“ Caminé hasta el mar,
sólo para lanzar
piedras a unas olas,
Que, a juzgar por la
espuma- estaban más furiosas que yo
Y cuando la marea me devolvió las piedras de vuelta,
me las metí todas en los bolsillos.
Y ahora están tan llenos de miedos que mis pies no aguantan
el peso de mis pasos.
Y caí de rodillas en la arena,
Derrotada, herida.
Casi olvidé que estaba viva. “
7 26 de la mañana.
Me he despertado con ganas de volar, de subirme a los lomos
de un pájaro y tragar algo de libertad durante un segundo.
Pero de vez en cuando la vida es irónica y en vez de volar
con los pájaros, estoy sentada en el asiento 9B de un AVE.
Aparentemente quieta, aparentemente inmóvil y sin embargo mis
pensamientos viajan a más velocidad que el mismo tren.
Me siento extraña en mi propia piel.
A veces pienso que nací para ser orca, caballo, pingüino,
loba, o delfín. De ahí que pueda capaz
de entender a cualquier especie, menos a la mía. Menos a mí.
Así que si eres tan humano, que no eres capaz de ponerte en la
piel de un canario, de entender la vulnerabilidad de una buitre… mejor que no
sigas leyendo. No nos entenderemos. Jamás.
Me siento extraña porque no entiendo.
Porque nunca he entendido.
Y porque me niego a entender.
Y porque hoy, para variar – siento rabia.
Que también existe.
Está aquí porque estoy triste, porque la tristeza de vez en
cuando se enquista, porque luchar contra dragones y perder todas las batallas en un día, agotaría a cualquier
príncipe.
Y me da rabia.
Porque estoy perdida.
Alguien ha apretado un botón rojo, y ahora todo ha explotado.
Débil, dicen.
Hoy, mi vida es de asfalto y no sé el nombre de quién ha plantado
semillas que no llegan a nacer.
En vez de árboles, en vez de frutas, me quedo con unas
raíces deformes que destrozan todo al crecer.
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