Mi primer contacto con la poesía ocurrió hace dos años al ver un vídeo de
youtube.
Me encantó.
En ese momento supe que la poesía recitada sería mi forma de arte favorita.
Arquitectos de palabras, alquimistas
– conversores de tristeza en arte.
Me parecía algo imposible de conseguir. ¿Yo? ¿Escribir?
Empecé en silencio, como cuando los niños leen debajo de las sábanas con una linterna.
Empecé en silencio, como cuando los niños leen debajo de las sábanas con una linterna.
Era mi pequeño secreto.
Sí, amigos. Llevo a una cursi dentro de mí. A una princesa Disney… ¿Qué le
vamos a hacer? Tendréis que quererme así.
Me sorprendió que al empezar a escribir, muchas cosas cambiaron. De alguna
manera me descubría a mí misma “pensando en bonito” y cualquier cosa para mí se
convertía en una experiencia de belleza.
Una montaña siempre es mágica si la decoras con versos. Y es que si insistes en
la belleza, la encuentras hasta en las piedras.
El jueves 5 de Marzo me atreví a
participar en mi primer Poetry Slam. ¡Los nervios de punta!
La oleada de emociones fue tan grande que aún no lo he digerido.
No sé si me encantó hacer público un mensaje que llevaba años escondido.
Una liberación, quizá. Me encantó ver tanto talento en un sitio. Me encantó que
vinieran personas a decirme que mi mensaje les había llegado. Supongo que todo
el mal rato de subir al escenario valió la pena.
O si, por el contrario, exponer mi poema me hizo sentir tan vulnerable y
expuesta que tuve un poco de ganas de meterme en una cueva un rato. Y bueno,
como cuando estoy nerviosa, me comporto de una manera extraña, dije cosas muy
raras a todos los que iba conociendo.
-“Hola! Sabes que me encantas?”
- (Cara de póker)…
Así todo.
Creo que volveré.
Se me ha abierto un camino totalmente nuevo y desconocido que explorar. Mi
alma aventurera no puede resistirse a tanta tentación.
Una tarta casera de queso… ¿Quién no tendría ganas de
pegarle un bocado?:D
Cheers!
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